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pase rezando, y procurando hazer actos? de conformidad va? se me llego a comprimir mucho el corazon, viendo en cada una el peligro, y que? a veces al salír de una, era para luego sin trepuas? a otra, y que? preguntando alguna vez a los con doctores?, respondian, unclear todo avía faltaban muchas, y era alli verdad, como comprobo el effecto. Pero como cosas de este mundo, se acabaron, y como a poco mas de tres horas de andar llegamos a una ranchería muí populora? de gentiles, y aunque? por lo cansados, y a nos inclinabamos a parar. Pero informados del sargento? ver insolentes, como que? por el ínteres de la ropa?, que? les veían vestidos, les provocaron a el, ya no compañero. Cota? con unclear y a que? durmiesen alla, y porque? se resístíeron, se vieron en gran peligro, y les fue preciso darles los trapos?, que? tenian suelitos como servilletas, pañitos ya? por esso, y para poder llegar mas descansadamente? a Sn. Diego el dia siguiente, pasamos adelante con animo de llegar a otra rancheria, distante algunas leguas, donde avía agua bastante, aunque? mui inferíor en cantidad, y calídad, a la que? dexabamos entre aquellos molestos; Pero como era todo llano, y los conductores ia sabian por el aire al Puerto, contamos derecho dexando a mano derecha el camino trillado, y a poca dístancia de una hora hallamos que? sobre ser la tierra de bello parto, corria un hermoso arroyo de agua buena, y alla pasamos, sín llegar a la ranchería siguiente? este paraje?, ni el unclear pasaba el camino tercera vez, ni otros, que? con esta contaban la quinta, lo avian visto, y nos quadro? mucho: digo la quínta, unclear desde el Real de Sn Diego, avían ido dos veces por mes cales, para medicar a los enfermos algunos soldados.